miércoles, 22 de septiembre de 2010

INICIO DE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA

APROXIMACIÓN A LA BATALLA DE TRAFALGAR

EL MOTIN DE ARANJUEZ

EL MOTIN DE ARANJUÉZ.

El Motín de Aranjuez fue un levantamiento popular dirigido por los nobles miembros de la camarilla del Príncipe de Asturias, Fernando. Los desencadenantes son variados: desde el descontento popular por la derrota de Trafalgar a los resultados de la propaganda antigodoy orquestada por los círculos fernandinos.
Desde el 17 de marzo, miembros de la camarilla como el conde de Teba o el marqués de Eyerbe, disfrazados de lugareños, se mueven por el Real Sitio, invitando a vino y haciendo correr el dinero y los ánimos contra Godoy. Los rumores son varios: entre ellos la marcha de los reyes a America.
La presencia de tropas francesas en España, en virtud del tratado de Fontainebleau se había ido haciendo amenazante a medida que iban ocupando (sin ningún respaldo del tratado) diversas localidades españolas (Burgos, Salamanca, Pamplona, San Sebastián, Barcelona o Figueras). El total de soldados franceses acantonados en España asciende a unos 65.000, que controlan no sólo las comunicaciones con Portugal, sino también con Madrid, así como la frontera francesa.
La presencia de estas tropas terminó por alarmar a Godoy. En marzo de 1808, temiéndose lo peor, la familia real se retiró a Aranjuez para, en caso de necesidad, seguir camino hacia el sur, hacia Sevilla y embarcarse para América, como ya había hecho Juan VI de Portugal.
El 17 de marzo de 1808, tras correr por las calles de Aranjuez el rumor del viaje de los reyes, la multitud, dirigida por miembros del partido fernandino, nobles cercanos al Príncipe de Asturias, se agolpa frente al Palacio Real y asalta el palacio de Godoy, quemando todos sus enseres. El día 19, por la mañana, Godoy es encontrado escondido entre esteras de su palacio y trasladado hasta el Cuartel de Guardias de Corps, en medio de una lluvia de golpes. Ante esta situación y el temor de un linchamiento, interviene el príncipe Fernando, verdadero dueño de la situación, en el que abdica su padre al mediodía de ese mismo día, convirtiéndolo en Fernando VII, a cambio del perdón a Godoy y la corona.
Los acontecimientos de Aranjuez fueron los primeros estertores de la agonía del Antiguo Régimen en España. El pueblo había sido manipulado, orquestando un autentigo golpe de Estado filian, realizando intervención fue decisiva, puesto que no sólo consiguió la renuncia de un ministro odiado (ya había ocurrido en el motín de Esquilache, en 1766), sino también la renuncia de un soberano y el acceso al trono de un nuevo rey, legitimado por la voluntad popular, que a la postre quedaba a merced de las tropas napoleónicas.

Los acontecimientos de El Escorial y Aranjuez fueron determinantes en los cambios de actitud de Napoleón. Miguel Artola ha señalado tres etapas en el pensamiento napoleónico respecto a España. La primera, denominada de intervención, abarcaría el período comprendido entre 1801 y los sucesos de El Escorial de octubre de 1807. En ella, Napoleón tuvo como objetivo hacer de España, con la colaboración de Godoy, una aliada sumisa a sus directrices políticas. La segunda etapa, de desmembración, se iniciaría en noviembre de 1807 para finalizar con los sucesos de Aranjuez en marzo de 1808.
En esos meses, Napoleón decidió incorporar a Francia las provincias españolas del norte, desde Pasajes y Fuenterrabía hasta San Carlos de la Rápita, en Tarragona, estableciendo en el río Ebro la nueva frontera franco-española. Para ello afianzó su ejército en la Península, en la que había penetrado bajo el pretexto de intervenir en Portugal, y estudió la posibilidad de casar al viudo Fernando con alguna de sus sobrinas imperiales. Los sucesos de Aranjuez, prueba inequívoca del caos político en que se encontraba la Corte española, le decidieron por una solución distinta a la desmembración y que le permitía estabilizar la situación española asimilando España a su Imperio. Es la tercera etapa, denominada por Artola de sustitución, y en la que Napoleón consideró obtener de una sola vez toda España y sus colonias americanas.
Ya que creía imposible restablecer en el trono a Carlos IV contra la opinión de gran parte de la nación, y no deseaba reconocer a Fernando VII, sublevado contra su padre, Napoleón decidió el reemplazo de la dinastía de los Borbones por un miembro de su propia familia.

EL PROCESO DE EL ESCORIAL

EL PROCESO DE EL ESCORIAL.

Las raíces del proceso son amplias. Su telón de fondo es el tradicional enfrentamiento entre Godoy y los partidarios de Fernando VII. En la primavera de 1807, la lucha de ambos bandos se recrudece tras el paréntesis por el fallecimiento de la esposa de Fernando, María Antonia de Nápoles. En contacto con Escoiquiz que permanece en su destierro de Toledo, ponen en marcha un nuevo plan para acabar con el poder de Godoy. La base fundamental de este nuevo acoso al ministro es conseguir una entrevista entre el Príncipe de Asturias y Carlos IV, revelando al rey las intimidades entre la reina y el ministro, y de paso acordar el posible matrimonio entre el príncipe y una princesa de la familia imperial, o en su defecto de una princesa de las familias aliadas del Emperador.
Unido al plan se concreto la reconstitución del bando de oposición nobiliaria a Godoy: el duque del Infantado, grande de España, el conde de Orgaz y el marqués de Ayerbe. A modo de eminencia gris y consultor figuró el embajador francés Francois de Beauharnais. Mientras Infantado movilizaba a los fieles fernandinos, el embajador movería los hilos necesarias para hacer realidad el proyectado matrimonio con un familiar de Napoleón.
Repartidos los papeles principales de la conspiración, se procedió a extender el aparato conspirativo. El conde de Orgaz sería el enlace entre Escoiquiz e Infantado; Ayerbe sería el nexo entre Escoiquiz, Infantado y el Príncipe de Asturias. A partir de aquí partían las ramificaciones de la conspiración. El diplomático Pascual Vallejo actuaría de enlace e información en la embajada francesa; Joaquín de Jaúregui, capitán de Guardias Españolas seria el nexo informativo acerca del estado de ánimo de las guarniciones militares, calibrando la resistencia o aceptación ante un golpe contra Manuel Godoy; el comerciante Manrique, que a la sazón había sido nombrado por Infantado representante de su fábrica de Guadalajara, que por su cualificación profesional podría justificar los desplazamientos necesarios, sería el correo entre Escoiquiz, Infantado y el Príncipe de Asturias; el criado, Sebastián de Lugo sería correo, y ojeador para facilitar los encuentros
Entre Escoiquiz y el embajador francés. El papel de José de Peral, familiar de Escoiquiz sería el espía general de toda la conspiración a modo de seguro . El calado de la conspiración es de altas proporciones. No puede considerarse como un asunto interno desde el momento en que el embajador de una potencia extranjera y amiga desempeña un papel cualitativo en ella.
La conspiración caminó, sorteando el mar de confidentes, espias y contraespías del Príncipe de Asturias, de la reina madre Maria Luisa de Parma y del propio Godoy, en que se habían convertido todos los mentideros políticos de la Corte. En mayo de 1807 se redactará un documento clave, el borrador del decreto que debía ponerse en vigor una vez se hubiese verificado el fallecimiento de Carlos IV. Por razones de seguridad, el documento se redacto con la fecha en blanco, y fue depositado en manos del duque del Infantado, que lo guardería en su poder hasta el momento preciso. El documento representa una genuina radiografía de un golpe de Estado. A la muerte del rey, el nuevo monarca, Fernando VII, nombraba al duque “mando supremo en toda la extensión de Castilla La Mancha, incluyendo la Corte y los Sitios Reales”, suspendiendo cualquier otra autoridad, citando expresamente a la del príncipe Generalísimo Almirante – esto es Godoy-, y ordenaba a todas las instituciones y funcionarios de la Monarquía, desde el Consejo de Castilla hasta el más humilde funcionario la sujeción a obediencia a la nueva autoridad nombrada en el decreto. Se adoptaron las medidas necesarias para frenar cualquier síntoma de oposición por parte de las autoridades establecidas –la reina madre, Godoy y posibles partidarios de ambos-, facultando al duque del Infantado el arresto de cualquier persona : “por elevada que sea su clase....declarando rebelde y reo de lesa majestad” a cualquier opositor a los términos del decreto . El borrador cubría todas las posibilidades de oposición a la subida al trono del nuevo monarca, planteando las medidas necesarias para desalojar de la Corte a todas las oposiciones que ya conocemos, contraponiendo la figura del favorito fernandino – el duque del Infantado-, por el favorito de los reyes padres – Godoy-. No había pues innovación ni cambio político en la nueva situación. El golpe se realizaba dentro de la granada tradición de la monarquía absoluta y del tan denostado despotismo ministerial.
Mientras el documento dormía a la espera de tiempos mejores, los planes de los conspiradores se centraron en actividades más placenteras, caso del futuro matrimonio del por entonces viudo Príncipe de Asturias. El embajador francés fue abordado por un nuevo proyecto matrimonial. En este caso, se trataba de emparentar con la familia política del emperador, es decir, con la familia de Josefina de Beauharnais, mediante un compromiso con cualquiera de las damas Tascheer-Pagerie. Las negociaciones matrimoniales iniciaron la apertura de la maniobra fernandina para atraerse el favor del Emperador mediante un enlace, separándole –se pensaba-, de su apoyo a Godoy. Si como maniobra era impecable, el defecto radicaba en que el señor de Saint-Cloud tenía planes propios para España.
Como vimos, la paz de Tilsit abría el camino a los designios imperiales para intervenir en los asuntos ibéricos. La ejecución de los planes que debían sellar la suerte de Portugal pasaban por la mas intima colaboración y lealtad del Príncipe de la Paz. Políticamente, por aquellas fecha el margen de maniobra de Manuel Godoy es restringido. A nivel internacional, el “resbalón” del manifiesto de 1806 le coloca en el punto de mira de las iras del Emperador y necesita hacerse perdonar el incidente y conseguir la mayor cuota de beneplácito y apoyo imperial, por que a nivel nacional, es consciente del aumento de la oposición fernandina y de las posibles maniobras, cada vez con más fuerza, para apearle del poder. El conocimiento de las maniobras de los conspiradores fernandinos, si no es muy fiel, si al menos se tiene una idea, por limitada que sea, de los movimientos de los conjurados, porque afín de cuentas la mayor complejidad de una conspiración en España radica en mantener el secreto entre los propios conspiradores. En este orden, las esperanzas de Godoy se cifran en los mismo términos que los fernandinos, que el árbitro de las disputas y el paraguas que pare las maniobras de los bandos enfrentados no sea Carlos IV, sino Napoleón Bonaparte. La luz arrojada por estos condicionantes, en lo que respecta a España, es la que debe convertirse en elemento de análisis en el estudio de las estipulaciones del Tratado de Fointanebleau, con sus concesiones, incumplimientos y omisiones.
El final del verano y el inicio del otoño de 1807 están marcados por la aceleración de los acontecimientos. Las maniobras fernandinas en torno al matrimonio con un miembro de la familia imperial prosiguen. El cambio cualitativo vendrá de la intervención personal de Napoleón, que dispuesto a evitar malos entendidos con los subordinados, exige una carta de puño y letra de Fernando asegurando la veracidad de su petición. El Príncipe de Asturias no se hace repetir dos veces el requerimiento. El 11 de octubre envía una carta al Emperador en un tono adulador que pone en evidencia su deseo de llegar al trono cuanto antes. Calificando al Emperador de héroe providencial, vino a considerarlo el salvador de Europa de los tronos, cumpliendo así el designio de la Providencia . Podemos imaginar el sentimiento irónico con que acogería Napoleón esta carta, máxime cuando el sistema napoleónico se había caracterizado por la remoción de las casas reinantes europeas a favor de sus designios y en beneficio de sus familiares y mariscales. A ello debe unirse la asepsia demostrada en el tratamiento de cualquier religión, comenzando por la católica. Asignarle el papel de instrumento de la Providencia no pasaba de ser una bromas con gran dosis de sarcasmo, si el autor de la misiva hubiese sido otro distinto del príncipe Fernando, Talleyrand pongamos por caso. Por todo ello, el Emperador contemporizó con unas ideas y acontecimientos que le favorecían por días.
Ello no impidió que Napoleón comenzase a jugar con las reveladoras ambiciones del Príncipe de Asturias. En una de las misivas imperiales destinadas a los ojos fernandinos, se insinúa que el Príncipe bien pudiera asumir el mando de las tropas españolas que colaborarían con las francesas en la campaña de Portugal. Para dar mayor verosimilitud a la oferta, el Emperador reconoce la falta de conocimientos militares en el príncipe por lo que juzga oportuno que sea asesorado en estas cuestiones por el mariscal Berthier. La oferta ciega por momentos a Fernando, deseoso de gloria rodeado de mandos militares – suponemos que leales a su persona-, y acompañado de las tropas imperiales, el mejor ejército de Europa. La negativa de Carlos IV es tan coherente como las ambiciones del Príncipe de Asturias. Y una vez más, ante el desengaño, Fernando solicita al Emperador que haga entrar en razón a su real progenitor. Napoleón podía estar contento.
Por aquellos días, el circulo fernandino no pierde ocasión para buscar y ganar partidarios, reales o imaginarios. Dentro de sus planes, entra conseguir la adhesión de las masas populares. Y a ellas va dirigida el cumulo de rumores que empieza a considerar que las tropas francesas que entran en el país camino de Francia, vienen de paso a ayudar al bue Fernando a terminar con la tiranía de Godoy. El desarrollo de este contenido propagandístico puede explicar la pasividad inicial de parte del Ejército y del pueblo cuando comiencen a darse los golpes de mano franceses contra las fortalezas estratégicas que ya conocemos.
La gravedad de la realidad política española a finales de octubre de 1807, radica en la disposición de los dos bandos enfrentados a buscar la solución y arbitraje de sus posiciones en la persona del Emperador, ante la imposibilidad de cualquiera de los dos por imponerse con sus propias fuerzas al contrario. Para los fernandinos, el apoyo imperial es dogma de fe a la vista de la admiración profesada por el Príncipe de Asturias y de las negociaciones matrimoniales, que imaginan marcha viento en popa. Para Godoy y sus partidarios, incluidos quizás los reyes padres, el apoyo de Napoleón es indudable a tenor de las concesiones de Fointanebleau, aunque Godoy personalmente albergue inquietantes dudas.
Si bien en España los conspiradores han conseguido llevar a cabo sus planes sin el conocimiento de Godoy, el secreto no dura. En París, Izquierdo, enviado de Godoy ante Napoleón, conoce la existencia del intercambio de cartas entre el Emperador y el Príncipe de Asturias. El envió de estas noticias a Godoy conduce a este a ponerlo en conocimiento de Carlos IV. El disgusto del rey conduce a las pesquisas necesarias para averiguar hasta donde ha llegado el futuro rey en sus maniobras cerca de Napoleón. En la tarde del 27 de octubre, dentro de las visitas protocolarias del príncipe a los reyes padres, Carlos IV registra los bolsillos de Fernando VII, encontrando en uno las claves utilizadas en la correspondencia mantenida con Escoiquiz. Sorprendentemente, llama la atención la ingenuidad de Fernando ante el hecho de llevar encima un documento tan comprometedor, o quizás este error se deba a la desconfianza latente del Príncipe de Asturias ante su entorno, sintiéndose vigilado y sus aposentos en peligro de ser registrados, aunque esto a raíz de los siguientes sucesos parece más improbable. Sea como fuere, el descubrimiento origina la orden del rey al aposentador mayor de palacio, Merlo, por lo demás hombre de probada lealtad hacia los reyes padres, el registro minucioso de las habitaciones personales del Príncipe de Asturias. En el registro se encuentran un grupo de documentos a cada cual mas comprometedores. Algunos de puño y letra de Fernando como el borrador de una representación al rey conteniendo una despiadada critica contra la gestión del Príncipe de la Paz; una negativa al proyecto ideado por Godoy de que una hermana de su mujer, María Luisa de Borbón y Vallabriga , condesa de Chinchón, contrajese matrimonio con el Príncipe de Asturias; y finalmente, la mayor pieza de convicción, parte de la correspondencia de Escoiquiz junto a un documento recogiendo las claves y las reglas para la redacción de mensajes cifrados. No sabemos si en los documentos encontrados había alguna referencia al borrador-decreto citado con anterioridad, pero sí que un examen preliminar de este fajo de documentos realizado durante esa noche, convenció al rey de la gravedad de los hechos que podían deducirse, ordenando el arresto de Fernando en sus habitaciones con una escolta de veinticuatro guardias de Corps. A ello se unió la orden de detención del marqués de Ayerbe y de toda la servidumbre del Príncipe de Asturias.
Los sucesos de El Escorial permanecen en buena medida hoy en día oscuros. Hay una versión de lo sucedido, publicada en un decreto de 8 de abril de 1808, recién llegado Fernando al trono, donde el interesado explica lo sucedido en aquellos días. Sin embargo, la versión debe analizarse con precaución habida cuenta de ser la del interesado y del carácter del entonces rey, ligeramente alejado de la ecuanimidad e inmerso pro aquellos días en una campaña de auto justificación ante los sucesos de Aranjuez y la presencia de las tropas francesas comandadas por Murat en Madrid.
Dos días después de los sucesos comienzan los interrogatorios al Príncipe. Se realizan en el cuarto del rey, en presencia de los reyes, el presidente del Consejo de Castilla, Arias Mon y el resto del gobierno. Sin embargo, el objeto de los ataques y maniobras fernandinas, Godoy, por demás máximo interesado en lo ocurrido al ser el objeto de la atención real, no asiste, pues se dice que en esos días está en Madrid ¿enfermo?. La enfermedad no le impedirá al día siguiente enviar un decreto donde Carlos IV de cuenta al pueblo español de los sucesos. En el interrogatorio, Fernando niega toda relación con los documentos encontrados, pero a lo largo de este, su declaración es tan contradictoria que en el ánimo de los presentes quedan pocos resquicios de duda sobre su autoría y culpabilidad. Tal es así, que en el citado decreto explicativo de los sucesos de El Escorial, Carlos IV no tiene reparos en afirmar que la culpabilidad de su hijo solo puede calificarse de “lesa majestad”, pues ha puesto un plan destinado a su destronamiento. El decreto tendrá otra utilidad. A la vista de su publicación, la entereza del Príncipe de Asturias se desmorona, confesando su culpabilidad y delatando a todos sus colaboradores desde los más significados caso del duque del Infantado, Escoiquiz y Ayerbe, entre otros, hasta el último de sus criados. Tal es así, que en el interrogatorio realizado en días posteriores por el ministro Caballero, Fernando se muestra tan colaborador que relata todo tipo de maniobras realizadas desde la primavera de 1807. Incluso, cuestiones de las que no se tenía ni la más remota idea, caso del decreto otorgando plenos poderes al duque del Infantado. La línea de defensa adoptada por el Príncipe de Asturias sólo tendrá un objetivo, su salvación a ultranza delatando a todos sus colaboradores, sobre los que hace recaer toda la culpabilidad, dejando prácticamente caer en los interrogatorios su papel de actor pasivo. Ciertamente, no brillo por aquellos días la valentía y la generosidad de miras y responsabilidad del futuro monarca.
A medida que avanzaba la investigación, la gravedad de los hechos redujo sensiblemente el circulo de las autoridades que debían conocer los hechos, limitándose a los jueces encargados del proceso y a las personalidades de mayor autoridad dentro del esquema de poder de la monarquía absoluta. La limitación, en aras de los intereses del Estado, ocasionó a medio plazo un efecto contraproducente, facilitar la tergiversación de los hechos y su conocimiento en el pueblo desconocedor del entramado de los sucesos escurialenses, como se demostraría en el decreto de 8 de abril. El secreto de los hechos favorecería también a la formación de la “leyenda dorada fernandina” durante el periodo de su cautividad en Francia.
El velo de secreto que llegó a cubrir las diligencias judiciales en torno al proceso de El Escorial llegó a tener otro motivo, quizás este fuese el más grave. En la documentación encontrada en poder del príncipe, el ataque contra Godoy, se citaban serios ataques contra la reina madre y la descripción de los “pecados” del Príncipe de la Paz abarcaba un amplio espectro, desde corrupción hasta ineptitud, pasando por maniobras manifiestas – a ojos de Fernando-, para socavar la persona e incluso los derechos sucesorios del heredero. En consecuencia, en el documento incautado se describía un plan destinado a la desaparición política – queda la duda si también física-, de Godoy, de su entorno, amante incluida, y de todas sus propiedades.
El somero estudio de la documentación evidenciaba un plan, definido en anteriores páginas como un golpe de Estado dentro de la óptica del A. Régimen, cuyo éxito hubiese reemplazado en la totalidad al vértice de poder de la monarquía española, esto los reyes padres y Manuel Godoy.
Las repercusiones dentro de la política interior fueron evidentes, si bien en un principio a base del secreto parecieron quedar enmascaradas. En general, el número de implicados había sido limitado. Algunos de ellos no tenían peso en la política del momento, caso de Escoiquiz. El duque del Infantado no movilizó ningún contingente armado, como tampoco lo hicieron el marqués de Ayerbe ni el conde de Orgaz. Únicamente aportaron fondos, en un monto cercano a los cien mil reales. Del resto de los implicados en la conspiración, criados y personas de servicio, poca iniciativa podían tener. Quizás la debilidad en la trama radicó en que se esperaba la decisión del vértice de poder, en pura ortodoxia del absolutismo, esto es, el Príncipe de Asturias al cual le falto previsión, audacia y decisión. Del resto del espectro político de la Corte, miembros de la familia real, grandes de España o mandos militares, no hubo información, movilización o adscripción a los planes fernandinos. Y no fue porque Godoy no tuviese opositores, más bien la inacción de debió a actitudes mentales dieciochescas que a otros factores.
Sin embargo, mayor trascendencia y gravedad tuvieron las implicaciones en la política internacional. El conocimiento y participación del embajador francés en la conspiración es evidente. Las entrevistas realizadas con Escoiquiz en el parque del Retiro desde el verano de 1807 reflejan el grado de implicación del diplomático. El proyecto de aunar el matrimonio de Fernando con una princesa francesa como parte complementaria del éxito en el golpe de Estado, debía complementarse con la delicada presión sobre el Emperador para que autorizase el proyecto . La realización de ambos provocaría una nueva dimensión en las relaciones hispano francesas marcadas por un nuevo grado de control de Saint Cloud sobre el Palacio de Oriente. El conocimiento del entramado español por parte de Napoleón estuvo marcado por el doble flujo de correspondencia del Príncipe de Asturias y del embajador Beauharnais.
Las declaraciones de Fernando colocan a Godoy y a Carlos IV en una situación comprometida. A la altura del 29 de octubre les es imposible calibrar hasta donde el embajador ha obrado por su cuenta y/o cumpliendo órdenes imperiales. Ante ello, se optó por una solución de compromiso, enviar una carta por parte del rey dándole cumplida cuenta de los sucesos ocurridos entre el 27 y 29 de octubre, dejando en evidencia el papel de consultor cualificado que por aquellas fechas gozaba el Emperador sobre la vida cotidiana de la familia real española. Sea como fuere, la sorpresa del Emperador ante los sucesos no fue digna de mención. Acostumbrado a utilizar las mínimas variaciones de los acontecimientos en su favor, los sucesos de El Escorial le proporcionaron una palanca adicional para incrementar su injerencia y control de los asuntos peninsulares.
La incomodidad de la corte española ante el posible matrimonio del rebelde Fernando con un familiar del señor de Europa representaba un conjunto espinoso de problemas, sobre todo en el ánimo de Godoy que contaba con el apoyo imperial para sortear la animosidad creciente del partido fernandino. Los sucesos de los siguientes días demostraron la capacidad imperial para aprovechar las fisuras internas españolas. El 3 noviembre de 1807, Napoleón envía una carta a Madrid negando rotundamente la implicación de su embajador en la trama fernandina, y extendiendo su protección al Príncipe de Asturias ante la posible adopción de medidas por parte Carlos IV. Las advertencias se acompañaron con su deseo de que ninguno de los acontecimientos ocurridos supusiese un retraso de los planes de invasión en Portugal, llegando a considerar cualquier retraso como una declaración de guerra a Francia, y en ese caso, el mismo se personaría en España al frente de su ejército. Difícilmente, tanto por el tono como por las amenazas explicitas en la carta, podía considerarse el documento como una misiva destinada a un aliado, que tras Fointanebleau, tal era la relación hispano francesa. La percepción que Carlos IV y Godoy tuvieron del mensaje napoleónico fue, cuando menos de silencio. En el caso de Godoy no había lugar a dudas. Napoleón en persona había explicado los términos de la carta pormenorizadamente a Izquierdo – representante personal de Godoy-, en París . Quizás, por que las tropas francesas habían comenzado a entrar en España camino de Portugal desde el 18 de octubre.
La respuesta de Carlos IV, mediante el decreto de 5 de noviembre de 1807, demuestra la clara percepción de la situación en que se encontraba el país frente al Emperador. Mediante un nuevo borrador de Godoy, esta vez entregado al Príncipe de Asturias, se redactan dos cartas dirigidas a los reyes solicitando el perdón por su anterior conducta. Los términos de las misivas son consignadas en el decreto, siendo la base argumental por la cual Carlos IV perdona las faltas de su hijo. Si bien Fernando reconocía sus faltas, estas quedaban reducidas a una especie de falta familiar y no el delito de lesa majestad que en realidad era. El decreto viene a expresar la impotencia del monarca ante la presión napoleónica y la humillación consiguiente del perdón a un heredero que ha conspirado para destronarle. En el caso de Godoy el balance es más dramático. Siendo la segunda persona en la que se centraba la conspiración, la impunidad del Príncipe a la que había colaborado con su borrador, le hacía rehén a partes iguales con el monarca de la presión imperial. Ahora bien, si esto ocurría en la esfera de la política internacional, en la nacional, siendo la segunda autoridad del reino por debajo del monarca, el perdón al conspirador le desamparaba ante sus opositores, y borraba cualquier culpabilidad del príncipe dentro de la memoria colectiva del reino. A todos los efectos, Godoy quedaba desamparado ante el partido fernandino en el futuro. Esta realidad se haría presente en breve. Mientras tanto, el prestigio de la corona española quedó seriamente comprometido, no ayudando el veredicto del tribunal encargado de juzgar los sucesos de El Escorial, pues en su veredicto del 25 de enero de 1808 emitió una sentencia absolutoria para todos los encausados, desde Infantado a Escoiquiz, pasando por el más humilde criado. Parecía como si desde todas las magistraturas del Estado se estuviese incitando al defenestramiento de Manuel Godoy. Incluso, la pena de destierro a los principales acusados, fue atemperada al darles opción a elegir el lugar donde cumplir la pena. Ambos veredictos de inocencia, el decreto de 5 de noviembre y la sentencia del 25 de enero se convirtieron en sendas condenas morales contra el Príncipe de la Paz y así se difundió por todos los mentideros políticos de la Corte.

El motín de Aranjuez

lunes, 20 de septiembre de 2010

ANALISIS Y COMENTARIO DE TEXTO HISTÓRICO

ANALISIS Y COMENTARIO DE TEXTOS HISTORICOS

• Lectura del texto, al menos dos veces, una rápida para hacernos una idea general y otra/s detenida/s para subrayar ideas principales, términos más importantes en relación a la historia, personajes, lugares, fechas, referencias, etc. Se pueden hacer comentarios al margen.
• Hay muchas formas de comentar un texto histórico, un método bastante aceptado es el que desarrollamos a continuación.
• Un comentario suele tener 4 partes: clasificación, análisis, comentario y valoración crítica. En las pruebas de acceso a la universidad sólo se suelen pedir las dos primeras y se sustituye el comentario por preguntas.

I - CLASIFICACION DEL TEXTO
• Consiste en definir algunos elementos básicos y sencillos del texto: de que tipo es, el contexto histórico en el que fue escrito, el autor y el destinatario.
• Es una serie de datos concisos, sin gran amplitud en el conjunto del comentario.

1.- Determinar la NATURALEZA TEMATICA o TIPO del texto, su origen:
-Histórico jurídico: Leyes, decretos, constituciones, tratados internacionales, bandos de alcaldes, etc.
Dan una norma, o proyecto de norma. Implican obligación, responsabilidad o derecho.
-Histórico circunstancial: político (discursos, proclamas, declaraciones, manifiestos, bandos); económicos o sociales (contratos, informes); testimoniales (relatos de viaje, cartas); estadístico (censos, valoración de informes), militar, cultural, prensa.
En general, suelen estar motivados por un acontecimiento concreto.
-Histórico literario: Novelas históricas, memorias, autobiografias.
Son subjetivas, dan la opinión de un individuo. En general hay que diferenciar entre el lugar y la fecha a la que se refiere el contenido del texto y el del momento en los que se escribieron.
-Historiográfico: obras de un historiador. Con la misma situación que los literarios en relación a lugar y fecha.
2.- CIRCUNSTANCIAS del texto.
- Fecha y lugar de origen, cuando no la tienen habrá que deducirla del contenido del texto.
En los textos literarios e historiográficos conviene señalar la fecha y lugar en que escribe el autor y la influencia de ese momento en su punto de vista en el texto (La fecha y lugar influyen muchas veces en el contenido del documento, no es lo mismo escribir un diario, “en caliente” que unas memorias bastante tiempo después, o la noticia de un reportero bélico en el lugar de la acción que redactando un artículo en la redacción del periódico).
- Circunstancias históricas generales del momento en que se produce el texto.
3.- AUTOR.
- Identidad concreta.
- Situación y circunstancias en que escribe el autor. Qué papel histórico juega en el contexto, que influencias recibe y cuales pretende conseguir con el texto. ¿Qué relación tiene con lo que narra?: ¿es protagonista, testigo, perjudicado?, ¿es un relato de primera mano?...
- Texto individual o colectivo (intentar indagar al inductor y firmantes), subjetivo o impersonal.
- Postura ideológica, intereses que defiende o ataca, etc. Conviene añadir algún dato de su biografía, individual o colectiva, o si es desconocido, datos que puedan extraerse de forma deductiva.
4.- DESTINATARIO.
- Individual o colectivo; grupo social al que se dirige.
- Finalidad que pretende.
- Si es: público o privado; personal u oficial; secreto o general; ámbito local, nacional, internacional, etc.

II - ANALISIS DEL TEXTO. IDEAS FUNDAMENTALES Y SECUNDARIAS.
• Para hacer un buen análisis debemos:
1º.- Leer bien el texto, tratando de descifrar el contenido.
* Búsqueda del sentido exacto de las ideas claves.
* Subrayado.
2º.- Establecer el contenido temático interno.
* Definir con precisión los nombres propios, términos técnicos, formulas vagas, cargos, fechas, lugares, instituciones, conceptos, alusiones históricas, etc.
* Clasificar y explicar las ideas principales y secundarias, ordenarlas, agrupar los temas y expresarlos según sus relaciones.
* Aclarar las relaciones históricas de causa-efecto.
* Diferenciar entre hechos y opiniones o interpretaciones de los hechos.
* Explicar el pensamiento global del autor y el contenido profundo del texto, aclarar lo fundamental y secundario del texto de forma resumida.

• Para exponer el análisis debemos:
1. Hacer un resumen del texto: exponiendo de forma breve, y sin copiar frases del texto, su contenido esencial.
2. Desarrollo y explicación del contenido: explicando con claridad ideas, personajes, fechas, lugares, conceptos y acontecimientos que en el texto se mencionan, de forma razonada. Se debe relacionar con los conocimientos que tienes del tema que trata.

* El análisis no es un apartado especialmente extenso. Es un ejercicio de comprensión del documento por parte del comentarista. Se trata de manifestar la información principal y secundaria de forma ordenada, y darle un sentido a la luz de la situación histórica en que surge el documento. El comentarista simplemente expone lo que dice el documento, no hace juicios críticos

RECOMENDACIONES CONCRETAS
A) Redactar el contenido (especialmente el punto III, el comentario) conforme a un guión previo realizado “en sucio”.
B) No dejarse llevar por intuiciones precipitadas y poco fundadas, comprobar los datos y afirmaciones antes de expresarlas.
C) Concretar solo en la medida en que se tenga la certeza de lo que se escribe.
D) Distanciarse personalmente del texto, generalmente se escribe en tercera persona: Ej. El texto trata de ...., se aprecia ...
* A EVITAR
a) Parafrasear el texto
b) Aplicar todos los conocimientos a un punto, esté relacionado o no.
c) Sustituir el análisis por una redacción.

PAUTAS COMENTARIO TEXTO CONSTITUCIONES

Textos constitucionales
Es frecuente que se proponga en la prueba el análisis y comentario de fragmentos de textos constitucionales. Algunos casos, como las constitu¬ciones de 1812, 1869 o 1931, son especialmente socorridos.
En este caso recomendamos, al margen de la respuesta a cuestiones con¬cretas que se planteen, estas orientaciones.

Pautas de desarrollo

Una constitución condensa la expresión de los principios políticos por los que se rige el Estado y, por tanto, refleja mejor que ningún otro documento la situación política de España en ese momento: principios y valores que rigen, modelo de Estado, su organiza¬ción, reconocimiento de derechos y afirmación de deberes de los ciudadanos, etc. El aná¬lisis y comentario de un documento de este tipo requiere tener en cuenta estos aspectos:
. Presentación del documento, caracterizándolo y, si es posible, identificándolo. Se debe hacer un primer apunte sobre las circunstancias de elaboración y promulga¬ción: si es resultado de un proceso constituyente, si sigue a un golpe de Estado, a un movimiento revolucionario, etc.

. Descripción y análisis de su contenido. Habrá que considerar los siguientes aspec¬tos en la lectura de sus artículos:
- Concepto de soberanía que se establece.
- Forma de gobierno.
- Descripción de los derechos y deberes de los ciudadanos.
- Organización de los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), órganos en los que residen y cómo se configuran, con especial atención al poder legislativo (tipo de sufragio, sistema electoral, etc.).
- Organización territorial del Estado.
- Aspectos económicos: hacienda, fiscalidad, competencias de la Administración, etc.
- Ejército y defensa nacional.
- Relaciones Iglesia-Estado.
- Cultura y educación.
En este apartado, además de la descripción y referencia a los artículos que tratan cada uno de los aspectos, la tarea fundamental consiste en el empleo de los térmi¬nos y conceptos adecuados.
. Análisis y comentario sobre el significado histórico del documento. En este punto se rea¬lizará una valoración del texto constitucional, considerando los siguientes aspectos: - En qué medida recoge la relación de fuerzas políticas existentes en España en el momento.
- Los problemas sociales y políticos que determinaron tanto su elaboración como su contenido.
- Las corrientes de pensamiento que expresa.
- La vigencia y aplicación efectiva que tuvo.
- Si influyó en otras constituciones posteriores.
- Las valoraciones que se han hecho de esa constitución.

. Recapitulación. Se hará una breve síntesis de los elementos más significativos apun¬tados en los apartados anteriores a modo de conclusión y valoración del documento.

LOS BORBONES EN ESPAÑA

LA ESPAÑA DE LOS BORBONES.
1. LA GUERRA DE SUCESIÓN.
a. Muerte de Carlos II: dos candidatos. Carlos de Habsburgo, por matrimonio con Mariana de Austria (2º); y Felipe de Anjou por matrimonio con Isabel de Borbón(1º.
b. El testamento de Carlos II: heredero, Felipe de Anjou.
c. El peligro: ruptura del equilibrio de Europa por política agresiva de Luis XIV.
d. Negativa de Felipe y de Luis XIV a renunciar a los derechos sucesorios a ambas Coronas.
e. Alianza de la Haya (1701): Inglaterra, Austria y los Países Bajos, + Portugal.
2. GUERRA DE SUCESIÓN (1702-1715.
a. División dentro de los reinos peninsulares. Por Felipe: Castilla, Andalucía, Navarra y Vascongadas. Por Carlos: Aragón, Valencia, Nápoles y Sicilia.
b. En primer momento favorable a los aliados: toma de Gibraltar en 1704, desembarco del archiduque Carlos en Valencia, conquista de los reinos de la Corona de Aragón.
c. Reacción de Felipe V, reforma del ejercito y la marina, bajo instructores y mandos franceses. Cambio de rumbo: batalla de Almansa (1707). Recuperación de Valencia y Aragón. Retirada hacia Cataluña en 1711.
d. En Italia y los Países Bajos, la guerra es desfavorable a los Borbones. En 1711 sé esta a punto de pedir la paz por Luis XIV.
e. En esta fecha muere el padre de Carlos, este se convierte en emperador. Los aliados inician las negociaciones de cara a un acuerdo de paz general.
f. Tratado de Utrech(1713)se reconoce a Felipe V como rey de la Corona española. Renuncian derechos sucesorios a la Corona de Francia. Resto de Países Bajos y posesiones de Italia para Imperio austriaco. Inglaterra obtiene Gibraltar, Menorca, el asiento de negros y el derecho de enviar un gran galeón anual con manufactura para vender en las colonias españolas (navío de permiso. Se rompe el monopolio comercial hispano en las colonias.
g. La guerra se prolonga en Cataluña, hasta 1715. Las tropas borbónicas conquistan lentamente Cataluña. El 11 de septiembre de 1714 se toma Barcelona.
3. EL REINADO DE FELIPE V.
a. Carácter inestable de Felipe, en el ámbito psicológico y de cuerpo. Rodeado de eficaces consejeros que desempeñan el gobierno de la monarquía.
b. En Guerra de Sucesión, los consejeros franceses dominan la política del rey. Se aparta del gobierno a la aristocracia española.
c. A la muerte de su primera esposa, Mª Luisa de Saboya, contrae matrimonio con Isabel de Farnesio.
d. La nueva reina, de fuerte carácter impulsa nueva política marcada por obsesión de conseguir reinos para sus hijos en Italia. Política exterior agresiva encaminada a recuperar territorios italianos perdidos en Tratado de Utrech.
e. La llegada de Isabel de Farnesio, supone presencia de consejeros italianos. El principal: el cardenal Alberoni. Coalición europea que supone la derrota de España y la destitución del ministro.
f. Cambio de reinado, crisis depresiva de Felipe V, entrega del reinado a su hijo Luis I en enero de 1724. Muerte del nuevo rey en agosto por viruela. Isabel de Farnesio convence a Felipe de que vuelva a reinar.
g. Impopularidad de la segunda parte del reinado. Nueva camarilla de la aristocracia en torno al Príncipe de Asturias, Fernando.
h. En 1726 se inicia otro periodo de reformas. Es nombrado ministro José Patiño, que con sus colaboradores inicia un programa de reformas en el ejército y la armada.
i. Reconquista del reino de Nápoles en 1734. Monarca, Carlos, hijo mayor de los reyes.
j. Reorientación de la política exterior. Primer Pacto de Familia. Guerra con Inglaterra.
4. LA CENTRALIZACIÓN POLÍTICA: LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA.
a. Primer objetivo de Felipe V: reforma de la administración española. Modelo francés basado en la centralización. Fin de los diferentes reinos, leyes e instituciones.
b. Decretos de Nueva Planta, Valencia (1707), Aragón (1711), Cataluña y Mallorca (1716) elimando los Consejos respetivos.
c. Nuevo modelo: leyes de Castilla, Tribunales, Chancillerías y Audiencias. Nuevas autoridades: Capitanes Generales e Intendentes. Se suprimen fronteras entre los reinos y se implanta el castellano como idioma oficial.
d. El sistema de impuestos se orienta mediante un nuevo sistema el Catastro.
e. El territorio nacional se uniformiza en torno al modelo castellano, salvo las provincias vascas y Navarra, que conservan sus fueros.
f. Concesiones: Cataluña se mantiene el derecho civil y se suprime el reclutamiento obligatorio.
g. Los Decretos de Nueva Planta forman parte de un programa uniformador, basado en cierta forma, en la venganza hacia los reinos desleales en la Guerra de Sucesión.
5. REFORMAS ADMINISTRATIVAS.
a. El gobierno se reforma, basado en el sistema de cinco secretarios de Despacho: Estado, Hacienda, Gracia y Justicia, Guerra, Marina e Indias.
b. Se eliminan los Consejos territoriales, salvo el de Castilla e Indias. El primero se convierte en órgano consultivo para todo el país.
c. Organización territorial. Se organiza el país en provincias, con una triple estructura de gobierno: autoridad judicial en manos de las Audiencias; militar en manos de los Capitanes Generales; civil y económica en manos de los Intendentes.
d. Resultado, control exhaustivo del gobierno e información sobre todo lo que ocurre en las provincias. Competencias: recaudación de impuestos, obras públicas, justicia y orden público.
e. Transformación del Ejército. Desaparición de los Tercios por los regimientos según modelo francés. Separación de las diferentes armas. Se introducen los nuevos grados de oficiales. Se crea un ejército permanente, con servicio militar obligatorio surtido por un sistema de cuotas. Se acuartelan unidades militares por todo el país.
f. Nobleza mantiene el control de los nombramientos de los mandos superiores así como sus escasos conocimientos de táctica y estrategia.
g. El mayor esfuerzo se dirige a la recuperación de la marina de guerra, tras los desastres de la Guerra de Sucesión, y la perdida de Gibraltar y Menorca. Se da paso a la construcción de una serie de arsenales y astilleros.
h. El Regalismo, se convierte en otros de los aspectos del reformismo borbónico, esto es, la reairmación de la autoridad de la Corona sobre la Iglesia española, basado en el derecho del monarca a elegir a los prelados, cobrar las rentas de las sedes vacantes, limitar la jurisdicción de la Iglesia y disminuir la presencia de las órdenes religiosas en la vida cotidiana.
i. Bajo el reinado de Felipe V se inicia el desarrollo de una política económica destinada a la promoción de la industria y el comercio, basa en la supresión de las aduanas estatales, decretando la libre circulación de los productos. Junto a ello se patrocinan medidas mercantilistas, prohibiendo la importancia de manufacturas textiles extranjeras o exportaciones de grano. Se crean las Reales Fábricas, para reanimar el comercio colonial mediante la creación de compañías de comercio, basadas en el modelo ingles y holandés, aunque con éxito variable.

6. LA EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y DEMOGRÁFICA DURANTE EL SIGLO XVIII.
a. Imposibilidad de las reformas borbónicas, se no se hubiesen demostrado aspectos de recuperación en los últimos años de los Austrias.
b. DEMOGRAFÍA: El siglo XVIII se abre con un crecimiento demográfico, persistente a lo largo del siglo, pasando desde los 7-7,5 millones de habitantes en 1715 a los 11 reflejados en el Censo de Floridablanca de 1787.
c. El crecimiento no es uniforme en todo el país, destacando los índices de mayor crecimiento en la periferia frente al aumento mas lento del interior, sobre todo de Castilla.
d. La estructuración de la población es propia del ciclo demográfico antiguo, con altas tasas de mortalidad y natalidad, sobre todo con la infantil en torno al 25%, descendiendo la mortalidad catastrófica, por la desaparición de la peste, la ausencia de guerras internas, saneamiento de algunas ciudades y unas nuevas medidas sanitarias como la vacuna contra la viruela.
e. A finales del siglo XVIII, aparecen síntomas de crisis, en torno a un estancamiento demográfico por el inicio de las guerras contra Inglaterra y Francia. A ello se unen los primeros síntomas de la inestabilidad financiera y comercial, con la subida de impuestos y precios, sobre todo del cereal, desembocando en una crisis de cosechas y la consiguiente hambruna en el periodo de 1804-1805.
f. SECTOR AGRARIO: Lo primero es el atraso técnico, que se convierte en factor dominante de nuestra agricultura.
g. La mayoría de la tierra cultivada es de secano, con una representación testimonial del regadío en torno a un 5%, con utilización de aperos de labranza muy antiguos y técnicas de cultivo muy rudimentarias: barbecho, energía y abono de origen animal, técnica de voleo y escasa especialización de cultivos.
h. El aumento de producción, durante el siglo XVIII se debe a un aumento de roturaciones en tierras de poca productividad.
i. Los cultivos, mantienen un predominio de los cereales, con dos tercios de la producción a finales de siglo, siendo el trigo la estrella y en menor medida la cebada y el centeno. En segundo lugar esta la vid y en tercero el olivo.
j. El policultivo mediterráneo, se restringe a Levante y zonas fluviales, mientras la introducción de cultivos americanos, como el maiz y la patata no es generalizado y significativo en el norte.
k. La agricultura es de autoconsumo, generando pocos excedentes, con un alto coste del precio de transporte, siendo sólo apoyado por el Estado con dirección a las grandes ciudades para evitar motines urbanos. Ello hace frecuente las crisis de subsistencias, sobre todo en el interior, por que en la periferia costera siempre queda el recurso de importarlo por mar, mas rápido y barato.
l. El aumento demográfico a mitad del siglo, aumenta la demanda agrícola, con la subida de los precios de productos y tierra, con la unión de la subida de los arrendamientos por los propietarios y la especulación de las cosechas.
m. La estructura de la propiedad de la tierra, donde la mayor parte y la de mejor calidad, esta en manos de los propietarios en concepto de vinculación, amortización o mayorazgo, en propiedad de las órdenes religiosas, la nobleza, las tierras concejiles y baldías, y la de las órdenes Militares. Estas tierras inmovilizadas, es decir, no salen al mercado, en propiedad de grandes señores o instituciones que no pagan impuestos, no llevan aparejada la necesidad de invertir para mejorar la producción al estar arrendadas y no cultivadas directamente.
n. El ejercicio del señoría jurisdiccional, supone un aumento de ingresos para las clases privilegiadas y una pesada carga para los arrendatarios.
o. EVOLUCIÓN DE ARTESANIA Y COMERCIO: Ocupa alrededor de 200.000 trabajadores, según el Castro de Ensenada, en torno a mediados de siglo. La característica principal es su dispersión por todas las ciudades, en torno a los talleres gremiales, de pequeño tamaño y tecnología arcaica.
p. Pobreza de campesinos y trabajadores urbanos, principal impedimento para una demanda interior fuerte. Sin embargo, en el siglo XVIII se una concentración industrial, en manos del capital mercantil, por impulso de las nuevas manufacturas. La titularidad de estas podía ser privada ó en manos del Estado como es el caso de las Reales Fábricas, caso del algodón, fábricas de armas, tapices, sedas, bordados, etc.
q. Cataluña se configura como la primera región, donde aparecen estos fenómenos con las fábricas de indianas( telas de algodón). Son creadas por iniciativa privada, en torno a los alrededores de Barcelona,, y con mercado preferente hacia las colonias, pues se obtenía el algodón de América y su producción se vendía preferentemente allí. En el momento que las guerras de finales de siglo impidan el comercio colonial, la crisis será patente.
r. El comercio, tiene poco peso en la economía general de la época. El interno es escaso por las deficiencias de la red de caminos, que cumple escasamente las necesidades de las ciudades. Presencia de aduanas interiores y peajes señoriales y concejiles, costoso el transporte, junto al peligro del bandidaje. El comercio exterior, prima sobre todo el colonial, sobre todo por la cantidad de productos reexportados a Europa. En manos de reducidos grupos de empresarios, en Cádiz y Sevilla, con presencia en aumento de Barcelona, en general no impide la existencia de una burguesía débil, incapaz de generar grandes adelantos técnicos en la industria ni impulsar un nuevo modelo comercial.
s. El aumento de discriminación e injusticia social entre esta burguesía, es consustancial a esta situación, y explica el limitado peso del crédito y la banca en la España del siglo XVIII, junto al reducido tamaño de las empresas comerciales.




7. EL REINADO DE FERNANDO VI(1746-1753).
a. Reinado enfermizo. Principal político marqués de la Ensenada, que gobierna en todas las Secretarías.
b. Programa político, extender el poder absoluto del rey, basado en el crecimiento económico para modernizar el país, aumentando la competitividad en Europa. Refuerzo del imperio colonial, aumento de las fuerzas armadas.
c. Después de la guerra con Inglaterra, termina en 1748, periodo de paz, utilizado para aumentar las reformas en el país.
d. El principal proyecto es la reformas fiscal, imponiendo el modelo del Catastro, como impuesto universal sobre las propiedades y las rentas que incluiría a los estamentos privilegiados. En 1749 se pone en marcha el plan, con los expedientes de información sobre la riqueza del país. Es el llamado Catastro de Ensenada. El aumento de la presión de los privilegiados le lleva a desistir de gran parte de la reforma.
e. Aumento de los ingresos de Hacienda, por la recuperación de privilegios a los señoríos, prohibición de ventas de bienes de la Corona y aumento de las contribuciones de la Iglesia. Supresión de los impuestos interior sobre el comercio de granos, y liberalización del comercio colonial.
f. Aumento de las unidades navales, mayor control en las rutas coloniales. Se busca la alianza con Francia en contra de Inglaterra. Arsenales, astilleros y armerías trabajan al máximo rendimiento.
g. Caída de Ensenada, presiones del grupo probritánico, que consigue su destitución en 1754. El nuevo equipo paraliza parte de las reformas, sin embargo en 1759, el balanza es positivo, aumentando el poder militar de España en una década.
8. LA PRÁCTICA DEL DESPOTISMO ILUSTRADO: CARLOS III.
a. Reinado identificado con el desarrollo del Despotismo Ilustrado, que parte del fortalecimiento del Estado absoluto, utilizando el poder para conseguir mejoras en la condición de vida de los gobernados, pero sin su consentimiento. Federico de Prusia: todo para el pueblo pero sin el pueblo, yo pregunto al pueblo lo que quiere, y hago lo que le conviene.
b. Retoma las ideas de Ensenada, buscando el cambio económico y social del pais, mejorando la agricultura, la artesanía y el comercio.
c. No son medidas revolucionarias, buscan en primer lugar fortalecer el Estado, siendo el bienestar de la población objetivo secundario. Se critican los privilegios estamentales pero no se disponen a acabar con ellos.
9. Reinado de Carlos III y motín de Esquilache.
a. La muerte de Fernando VI sin descendencia, lleva al trono a su hermanastro Carlos III, rey de Nápoles. En esos momentos tiene 25 años de experiencia en el gobierno.
b. Mantiene el equipo de gobierno de Fernando VI, e incorpora al marqués de Esquilache en Hacienda, promocionando a nobles de los escalones inferiores, como Campomanes y Floridablanca.
c. Programa reformista para modernizar el país, critican las tierras amortizadas de la Iglesia, los privilegios fiscales de la nobleza e Iglesia y las trabas para el desarrollo del comercio. Buscan la recuperación de las tierras de la Corona cedidas con anterioridad.
d. En 1765, se decreta la libertad de los precios del trigo, sin embargo, las malas cosechas de ese año y la política acaparadora delos especuladores disparan los precios y crean escasez. En ese invierno crece el descontento por la falta de trigo y su carestía.
e. Ambiente de tensión aprovechado por los opositores a las reformas, culpando a Esquilache de la subida del pan. Las medidas de este para limpiar la capital, y el control de la delincuencia como las medidas para recortar las capas y sombreros, es orquestada como un ataque del ministro extranjero contra las tradiciones nacionales. El 23 de marzo estalla el llamado motín de Esquilache, dura tres días y se reproduce por ciudades y pueblos del reino, siendo el motivo fundamental el desabastecimiento de cereales en las ciudades.
f. Consecuencias, caída de Esquilache y sustitución por el Conde de Aranda. Se utiliza la revuelta para expulsar a los jesuitas por su enorme poder, influencia política y control de la educación; junto con la obediencia estricta al papa por encima del rey. Los jesuitas ya habían sido expulsados de Francia y de Portugal. En 1767, el motín sirve de pretexto a Carlos III para su expulsión y la incautación de sus bienes para fines educativos.
g. La expulsión de los jesuitas debe verse en el marco de la política regalista de la Corona, enfrentándose con el Papa, manteniendo rígidamente el Patronato, e impidiendo a la Inquisición el control de los libros y demás publicaciones.
10. Segunda parte del reinado: hacia el conservadurismo.
a. En 1766, la orientación del rey cambia, otorgando el poder a los conservadorEs, eliminando las políticas radicales en aras de la paz social, quebrantada por el motín de Esquilache, y evita enfrentarse frontalmente a la nobleza y la Iglesia.
b. La política del conde de Aranda, desarrollada en una década, se basa en reformas superficiales destinadas a fortalecer el poder real y el control colonial. En 1776 es sustituido por su rival, el conde de Floridablanca, que abandona la política reformista y centraliza el poder en su persona con orientación conservadora. Las protestas de los reformistas como Campomanes, Jovallenos y Olavide no sirven de mucho.
c. El rey muere en 1788, siendo sucedido por su hijo Carlos IV. Continúa en el poder Floridablanca.
11. LAS REFORMAS DEL DESPOTISMO ILUSTRADO.
a. El principal análisis de estas reformas es que distaron mucho desde la teoría a la práctica.
b. La agricultura, necesitaba una reforma si se quería aumentar su productividad. Se atacó a la amortización de las tierras como freno a este necesario desarrollo. En el Informe de la Ley Agraria de Jovellanos, se realiza un estudio analítico de todos los males del campo, resaltando la responsabilidad de los estamentos privilegiados, los mayores propietarios. Carlos III no estuvo dispuesto a recortar sus privilegios aunque estaba convencido de que Jovellanos tenía razón. Las medidas finales no causaron los efectos deseados.
c. La reforma de las manufacturas, comenzó con la política de rearme naval en astilleros y fábricas de armas junto a las creadas manufacturas reales, si bien no hubo medidas para promocionar la inversión privada, continuando la estructura de los talleres gremiales, salvo en Cataluña. Se busco cambiar la mentalidad tradicional sobre el trabajo. La Real Cédula de 1783, califica a los trabajos manuales como honrosos, si bien los nobles por su lado y los burgueses que aspiraban a ser nobles, siguieron desviando sus capitales a actividades no productivas.
d. En 1778, se promulga un libre comercio colonial con la mayoría de los puertos españoles, que desarrollo la industria catalana, sobre todo la barcelonesa, estimulando el comercio colonial y aumentando los beneficios de los granes comerciantes.
e. La Hacienda Real, tuvo una situación estable hasta la guerra con Inglaterra (1778-1783), que produjo un fuerte endeudamiento. La solución fue la emisión de vales reales, certificados de deuda pública amortizable. En un primer momento el expediente tuvo éxito, creando el Banco Nacional de San Carlos, destinado al control de la circulación de los vales, controlando los pagos de la Hacienda e invirtiendo en el comercio colonial. Todo ello no pudo evitar la depreciación de los vales, ocasionando fuertes pérdidas.
f. La preocupación de los ilustrados por la difusión de las innovaciones técnicas, les llevó a enviar técnicos al extranjero, expediciones científicas y la promoción de las SOCIEDADES ECONÓMICOS DE AMIGOS DEL PAÍS, extendiéndose por todas las ciudades del país. Organizan cursos de economía, agronomía, técnicas manufactureras, subvencionando a estudiantes en el extranjero, creando bibliotecas.
g. Resultados, escasos para las expectativas levantadas, pues no interesaron a la mayoría de los grandes propietarios, convenciendo sólo a una minoría de fabricantes y comerciantes, mientras que la mayoría de los campesinos y trabajadores continuaron apegados a sus costumbres tradicionales.
12. LA POLÍTICA EXTERIOR DE LOS BORBONES.
a. Situación tras tratado de Utrecht, pérdida de las posesiones en Europa, defensa del imperio colonial y necesidad de recuperar Gibraltar y Menorca. Enemigo natural Inglaterra, alaiada Francia.
b. Política de guerra en Italia, deseo de Isabel de Farnesio de conseguir reinos para sus hijos Carlos y Felipe. Los primeros intentos son un fracaso en el plano diplomático y militar.
c. El cambio de la política borbónica se realiza en 1733, con la firma del Tratado del Escorial, dando lugar a los llamados Pactos de Familia, que reunen los objetivos de ambas ramas de la familia, Se suscribirán a lo largo de un siglo, constatando la existencia de un enemigo común: Inglaterra, y que la unión de las dos potencias habría de darles supremacía naval.
d. El primer fruto del Pacto, es la conquista de Nápoles y Sicilia, que se entregan a Carlos.
e. El siguiente problema se traslada a América, con la penetración inglesa en el mercado colonial español, estallando una guerra colonial entre 1739 y 1749.
f. En 1743, se complica la situación con la firma del Segundo Pacto de Familia, con la implicación en la guerra de Sucesión de Austria en apoyo de Francia. El conflicto termina con la paz de AQUISGRÁN en 1748, donde se consigue que el segundo hijo de Isabel de Farnesio consiga los ducados de Parma y Piacenza. Sin embargo, tras tres años de asedio, fracasa la toma de Gibraltar.
g. El reinado de Fernando VI, esta marcado por un periodo de paz, con la firma de esta con Inglaterra en 1749 y con una política de rearme naval.
h. El reinado de Carlos III supone un cambio belicista, con la búsqueda de salvar al imperio de la influencia inglesa. Se firma el Tercer Pacto de Familia, en 1761, participando en la Guerra de los Siete Años contra Inglaterra en sus territorios de las Trece Colonias. La aventura termina mal. Por la paz de París de 1763, Francia pierde sus colonias de América del Norte, quedando sola España ante Inglaterra en el continente, cediendo la Florida a cambio de la Lousiana francesa.
i. El siguiente pulso se produce en 1776, España se une al conflicto arrastrada por Francia que busca su venganza americana, apoyando a las colonias rebeldes. Por el tratado de París de 1783, Inglaterra debía devolver Menorca y la Florida.
j. La política exterior española, hasta 1790 tiene resultados dudosos. Del primer objetivo dinástico en Italia, con relativo éxito, se paso a ser 17-arrastrada por Francia en conflictos que nada nos incumbían y que ponían en entredicho la seguridad del imperio colonial, si bien hasta 1780 se consiguió mantener a Inglaterra lejos de las posesiones coloniales hispanas. Pero a partir de esta fecha, hubo que empezar a pagar las facturas del esfuerzo armamentístico.
13. LA POLÍTICA DE LOS BORBONES EN AMÉRICA.
a. La administración de las colonias sigue igual, aumenta el comercio y contrabando inglés frente al monopolio hispano, siendo Cádiz el puerto de referencia.
b. La sociedad americana, gira en torno a dos grandes grupos, una elite blanca, dividida entre peninsulares y criollos. En conjunto los blancos controlan los cargos de la administración, el ejército, la Iglesia y el comercio. La mano de obra es indígena y de color, en diferentes grados, junto a diversos grados de libertad. Los grupos mas importantes son los indígenas y los negros. La caída demográfica indígena provocó la llegada de los esclavos negros.
c. La sociedad colonial se jerarquiza en torno a criterios de poder y color. El grado de mestizaje es amplio desde negros, pardos, multatos, cholos, etc.
d. A mediados del siglo XVIII se produce un cambio en la política e los Borbones. Incremento de la explotación colonial, control de las rutas marítimas; aparición de las compañías de comercio, introducción de los navíos de registro, barcos que podían comerciar fuera del sistema de las flotas. Las medidas producen un aumento del flujo comercial entre las colonias y la metrópoli.
e. Durante el gobierno de Carlos III, incremento del control administrativo. Exclusión progresiva de los criollos de la administración, prohibición de la venta de cargos, reservando los puestos de las Audiencias y de corregidor a los peninsulares.
f. Reorganización administrativa y territorial, con la creación de un nuevo virreinato, el de la Plata, en 1776, y se introducen en la administración a los Intendentes, para refuerzo del control de la metrópoli.
g. La expulsión de los jesuitas en las colonias, en 1767 proporciona extensas tierras a la Corona que habían pertenecido a la orden.
h. Aumento de los impuestos y de los monopolios estatales, introduciendo la noción de libre comercio con todos los puertos peninsulares, para reforzar el control del comercio y la presencia de los comerciantes hispanas que debían desplazar a los extranjeros.
i. Lo política de los Borbones aumenta las protestas de criollos y trabajadores. La presión fiscal soportada por estos produce varias rebeliones, caso de las de Perú y Nueva España, entre 1780-1781, que iniciada por los criollos, se convierte en una rebelión indígena liderada por Tupac Amaru, aplastada tras una larga resistencia. El sentimiento de autonomía, los agravios de esta política y el ejemplo de la Guerra de Independencia de las Trece Colonias, crearan un fondo de rebeldía de próximas y futuras consecuencias negativas para la metrópoli.

1. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN: REINADO DE CARLOS IV.
a. El carácter de Carlos IV, influirá en el desarrollo de los acontecimientos posteriores. De carácter débil, no aficionado al trabajo diario que conlleva una monarquía absoluta, recibirá constantes presiones de su esposa, Maria Luisa de Parma.
b. Se desentiende desde un primer momento del gobierno, encargado al conde de Floridablanca.
c. En mayo de 1789, se convocan las Cortes para juren como Príncipe de Asturias a su hijo Fernando. Se aborda en este reunión de Cortes la posibilidad de abolir la Ley Sálica, derogándola y poniendo como norma de sucesión la contemplada en las Partidas, que favorecía la sucesión femenina al trono, si bien finalmente estas condiciones no fueron ratificadas.
d. Al año siguiente, el estallido de la Revolución francesa, provoca en España una reacción política conservadora en contra de los avances de la Ilustración, por temor a que ocurriera en España lo que en Francia. Se prohíbe todo tipo de propaganda revolucionaria, se cierran las fronteras y se establece una fuerte censura. La vida intelectual pasa a las catacumbas.
e. La sensación de inseguridad aumenta conforme se radicaliza la Revolución, siendo sustituido Floridablanca por Aranda. La debilidad militar española induce a una política de vacilación, conciliación e inseguridad. La condena a Luis XVI, produce la caída de Aranda y su sustitución por Manuel de Godoy, favorito de la reina, que no podrá impedir la ejecución de Luis XVI.
2. GODOY, LA GUERRA CON FRANCIA, E INGLATERRA.
a. Manuel de Godoy, antiguo guardia de Corps, ha ascendido al máximo poder en España gracias al mecenazgo de Maria Luisa de Parma.
b. El éxito le ocasiona la enemistad de todos los sectores nobles de la Corte que se sienten agraviados por esta elección.
c. Godoy en un ilustrado, reformador, que independientemente del origen de su poder, intenta por todos los medios remediar la caótica situación de la Hacienda española y la precaria situación de la política exterior.
d. El fracaso en el intento de salvar la vida a Luis XVI, conllevó a la declaración de guerra contra Francia. El curso de la guerra fue un desastre, con serias derrotas en los Pirineos, y la entrada de tropas francesas en Navarra.
e. La guerra termina en 1795, firmando una paz con la República francesa, la Paz de Basilea, que va a tener graves consecuencias: entrega de la isla de Santo Domingo, acuerdo preferencial de comercio en América para los franceses, y plataforma para el acuerdo de alianza.
f. Por el Primer Tratado de San Ildefonso, firmado en agosto de 1796, nos convertimos en aliados de Francia, y entramos inmediatamente en guerra contra Inglaterra.
g. En 1797, llega el primer descalabro. La escuadra inglesa derrota a la española en el cabo de San Vicente, bloquea los puertos españoles, e interrumpe el comercio colonial, que se hunde. Desde este momento las colonias españolas comienza a convertirse en independientes, en un primer momento en términos económicos.
h. La primera desamortización, pone en evidencia el talante ilustrado de Godoy. La crisis económica spañola no ha dejado de aumentar. La crisis obliga a la Corona a tomar serias medidas, ante el hundimiento del mercado colonial, la depreciación de los vales reales, junto a la subida espectacular de los precios en los alimentos de primera necesidad, cuestión que hace disparar el hambre en las poblaciones, junto al descontento.
i. En enero de 1798, se pone en marcha la primera desamortización de bienes de la Iglesia. Este es el primer estamento privilegiado de la estructura del A. Régimen al que se liga a la solución de la crisis hacendística. La medida pasaba por la expropiación y venta de bienes raíces destinados a las obras de beneficencia para amortizar la deuda.
j. Las cantidades recaudadas, no frenaron el ascenso de la deuda, y las propiedades engrosaron el haber de los grandes propietarios, reforzando la desigualdad de la estructura agraria presente. Junto a ello, le desmantelamiento de las obras de beneficencia ocasionaron serios problemas a las clases mas necesitadas.
k. La Iglesia reaccionó con dureza, desprestigiando a Godoy, acusándole de llevar a cabo una política ilustrada y antiespañola. En marzo de 1798, tras firmar la humillante con los ingleses, Godoy será despedido momentáneamente.
l. Uno de los motivos del despido de Godoy se debe a presiones francesas que desconfían de su fidelidad en la alianza firmada en 1796.
m. Su segunda etapa de gobierno (1801-1808), relanzada a las mas altas esferas del poder, con el título de Generalísimo, se centra en el aumento de la política de desamortización de tierras de la Iglesia, amenazando uno de los pilares del A. Régimen y aumentando la enemistad de los sectores tradicionales, que comienzan a agruparse en el partido fernandino.
3. CRISIS FINAL DEL REINADO DE CARLOS IV.
a. Supeditación de la política exterior a la francesa, debido en parte a los intereses estratégicos de Napoleón desde 1804.
b. Crisis económica, debido a una crisis de subsistencias por un ciclo de malas cosechas entre 1803 y 1804, subida de los precios del cereal y crisis de mortalidad catastrófica. Se interrumpe el comercio con las colonias americanas, originando la crisis de las manufacturas catalanas y la consiguiente crisis de la Hacienda española.
c. La monarquía de Carlos IV se desprestigia, tanto por la crisis económica, como por la propaganda contra Godoy, al que consideran favorito y amante de la reina ante la pasividad del rey.
d. En política exterior, se nos impone el segundo Tratado de Sal Ildefonso (1800), con la obligación de tomar las armas contra Inglaterra a favor de Francia. El primer punto es la guerra de las Naranjas, que supone para España la toma de la plaza de Olivenza y la recuperación de Menorca. Se firma la Paz de Amiens (1802), que es mas bien una tregua. Se rompe por las hostilidades de Francia e Inglaterra. El punto de inflexión es la derrota de la armada franco-española en las aguas de Trafalgar (1805).
e. El siguiente punto es la invasión de Portugal, necesidad estratégica de Napoleón para completar el Bloqueo continental. Portugal es aliada de los ingleses, y en 1807 se firma el Tratado de Fointanebleau, con unas cláusulas secretas para el reparto de las zonas de Portugal entre España, Francia y Godoy. Otra de las cláusulas prevé la entrada de tropas francesas camino de Portugal para su invasión.
f. La entrada de tropas francesas aumenta la desconfianza del pueblo hacia Godoy, mientras que este comienza a desconfiar de las intenciones de Bonaparte. Aumentan las tramas conspirativas del partido aristocrático, que busca la destitución de Godoy y forzar la abdicación de Carlos IV a favor de Fernando príncipe de Asturias.
g. En octubre de 1807 se descubre el complot de El Escorial, fraguado por al partido anti Godoy , con participación del Príncipe de Asturias y con correspondencia de Napoleón. Peronado Fernando, se produce el destierro momentáneo de miembros del partido de la Corte. El echo fortalece la popularidad de Fernando y se vuelve contra los intereses de Godoy los reyes.
h. En marzo de 1808, se produce un nuevo intento en Aranjuez, cuando las tropas francesas han ocupado buena parte del país. Entre el 17 y 19 de marzo, estalla el “motín popular” de Aranjuez, dirigido por miembros de la nobleza instigados por el propio Fernando. Se asalta la casa de Godoy y parte de los domicilios de sus partidarios. Carlos IV abdica a favor de Fernando VII, que se convierte en rey.
i. Ambos dan cuenta en sendas cartas, de lo ocurrido a Napoleón. Fernando no es reconocido como rey a su llegada a Madrid, por Murat, que ocupa la capital.
j. Se traslada a la familia real a Bayona, donde se produce la abdicación a favor de Napoleón, y este nombra rey de España a su hermano José, proclamado como rey el 4 de junio de 1808.